Hoy, llevo toda la mañana inmersa en los recuerdos, en la memoria, en la cognición, el lenguaje. Mientras pensaba, barajaba las palabras que me han dejado hoy en mi sala del miedo, pintada de blanco pudoroso y tristes batas blancas y verdes, va pasando la mañana, que cuando he salido, me he enfrascado de RECUERDOS, me ha invadido unos momentos maravillosos y otros no tantos, pero sin embargo, es volver a poner buena cara al mal tiempo, y tirar como mejor se pueda.
Ahora, sentada en el sofá, en unas cuantas hojas en blanco, esas que tanto suelen definitir mi más profunda personalidad, que pocos tienen el detalle de terminar de conocer, aparantemente fuerte, borde, fría calculadora, con infinidad de adjetivos puestos o expuestos por terceras personas, pero, solamente yo, realmente acabo conociéndome, con todo lo que dicen, no dejan de tener razón, por mi traslucida apariencia, pero desde hace muchísimos años, me enseñaron, la importancia de la apariencia, que a día de hoy, no deja de tener esa importancia que me enseñaron, pero desde otra perspectiva.
Hoy, los recuerdos caminan conmigo, hasta que ellos mismos decidan irse, aunque, no creo que nadie pueda echarlos, podría ser fácil despedirse de un recuerdo como aquel que despide lo que ya no le importa; solamente los recuerdos más rebeldes acaban por despedirse. Cientos de imágenes se archivan en mi caja de cartón, con un letrero en el que se podría leer "mis recuerdos", trayendo a mi presente cualquier parte de mi pasado, desde como aprendí a ir en bicicleta, hasta la cara del profesor cuando me miraba, para decirme que estaba perdiendo mi vida, que se me iba de las manos, pero olvió algo, que mi vida, ya estaba perdida, y hoy, una vez más, vuelvo a decicir que realmente, pocas veces se equivocó, cuando solamente, quería comerme el mundo, y es el mundo, que una vez más, no deja de enfrascarse en mi vida, recordándome continuamente qué y porque tengo lo que también un día deje de tener, pero que el año pasado, volvió a llamar a mi puerta, desgarrando por momentos todo lo que tenía planeado, como todos mis planes y proyectos, tenían que volver a pasar en un segundo plano, para volver a empezar, y que sin embargo, cada vez que voy a esa "sala del miedo" me entra un frío helado por todo el cuerpo que me impide estar tranquila, pensar sin demasiados miedos, pero es principalmente lo que recorre todos mis pensamientos.
Todos tenemoss nuestros propios recuerdos, son los que hacen nuestra esencia, con la que dentro de unos años, poder sentarse frente a las personas que nos rodean y contarles nuestra historia, darles a ver, que vivimos cada momento como SI FUESE EL ÚLTIMO, como si fuese en ese último momento, con placidez y tranquilidad contando una historia de recuerdos diferentes, pero con una forma única, donde aparecen los recuerdos de algo que existió y que sin embargo dejó de existir, poprque no dejó nunca de hurgar en la hérida, distorsionando los planos, las voces de todo lo que escuchamos de una memoría caprichosa.
Es curioso, cuando a veces, surge un proceso de ánimo para eliminar lo que no queremos que tenga lugar, para pelearnos con esos recuerdos que intentamos romper y olvidar, pero ellos, con vida propia, surgen de la nada como y cuando quieren.
Hoy, he salido con paso firme y pausado, he recordado de nuevo la cara de alguién que ha marcado mi vida, RICARDO, alguién que se fue, sin apenas decir adiós, con esa sonrisa amable sin poder discernir que quien se trata fue alguién, con quien tantas veces recorrí pasillos de color blanco, idénticos, a la sala que hoy volví a visitar, me entra un miedo atroz, cada vez, que tengo que ir, lo cual, ocurre varías veces por semana, y cuando no es así, me sumergen buenos momentos, tal y como dice mi amiga y socia Marta; pero que sin embargo, es entrar en esa sala, y ese miedo, por muchos buenos momentos, camufla todos y cada uno de ellos, para recordarme una vez más, que en cualquier momento, dentro de un tiempo, estaré en esa calle paralela reencontrandome con Ricardo, y podré una vez más, darme de cruces contra el suelo, porque esa laguna será mía, mientras tanto, no dejaré de vivir todos esos buenos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario