La decepción de la amistad

¿Lo entiendes? Supongo que no. Sigue leyendo...

"La amistad es algo más que el mero estar juntos. El amigo forma parte de mi ser. Si deja de estar a mi lado, entonces, en cierto sentido, he muerto con él.
¿No flota sin embargo sobre la amistad la amenaza de la separación?
Precisamente por eso existe un riesgo al contraer una amistad, al hacer del otro hombre una parte esencial de nuestra existencia. En toda separación, en toda partida, muere algo de nosotros. Esto crea en toda amistad auténtica una dificultad especial: si ya no estás a mi lado, si te vas, me encuentro en cierto modo anulado... algo esencial en la amistad: mientras existe amistad hay una experiencia de lo absoluto. Cuando dos seres se compenetran en su interior mutuamente se superan. En la amistad se ilumina todo el conjunto de nuestra existencia.

La maldad humana

En ocasiones, podemos pensar que una persona, puede ser estrictamente mala, pero sin reconocer que en la práctica, lo es... Cuando nos miramos en el espejo todas las mañanas, él, nos devuelve una imagen fiel de lo que somos fisicamente y tal y como van pasando los años, notamos sus efectos: nos empiezan a salir las canas, las indeseables arrugas, y todo ello con otro conjunto de cosas, nos damos cuenta, que son los efectos que realmente, no podemos evitar y terminamos resignandonos a envejecer, por mucho que se luche todo lo posible para evitar sus consecuencias... Hacemos, en ocasiones, lo imposible por no envejecer, cuando nuestro cuerpo, tan solo es mortal y polvo al fin y al cabo, entonces, me pregunto ¿qué no haríamos para evitar el envejecimiento de nustra alma inmortal?

Tengo muy claro, que tal y como está el mundo, es algo que nos trae sencillamente sin cuidado, ya que los espejos comunes, no es el reflejo donde se pueda encontrar nuestra alma, por lo cual, por esa razón, creo que jamás podremos admitir, que actuamos mal.

Hoy, os propongo que os pongáis enfrente del espejo, que refleja tu vida tal y como es, y no tal y como tú crees que es.

El espejo al que me refiero, no es el que tienes en el cuarto de baño ni en tu habitación, si lo tienes claro está, es otro espejo, pero sin duda es de tu propiedad, en ocasiones, lo que veremos no nos va a gustar incluso, nos impulsaría a romperlo, pero aunque se rompa, en cada uno de sus trozos, continuará contemplandose en él, esa imagen horrible.