Poniendo una barrera

Dentro de unos días, te vuelves a ír, y no soy capaz de convencerme a mí misma, porque solo serán, en teoria, solamente teoría, 25 días, pero solo pensar, que serán eso, 25 días, me pierde el sentido, tan sencillamente, como volver, volver a coger el teléfono, no dejarlo un momento en cualquier lugar, como acostumbro a hacer desde que volviste...

Nosotros, hemos pasado muchas movidas, siempre he pensando, que las segundas oportunidades, nunca son buenas, pero... ¿cuantas llevamos nosotros?, todavía recuerdo siguilosamente aquel 3 de octubre de hace dos años, aquel 2004, cuando mis borderías y negativa a querer conocer a alguién, eran evidentes, esa barrera, que no dejaba atravesar, aquel día, me marcó, la inexistencia de decirme a mí misma que no, y hasta hace muy poco, hacía exactamente lo mismo, porque pienso, que no nos va a llevar a ninguna parte, pero me cuesta una barbaridad terminar con lo que un día empezó y dejarlo, así sin más, dejarlo pasar.


De concierto

El pasado 14 de agosto, fue un día, como decir, ajetreado pero a la vez, interesante donde los haya.
Se mezclaron muchas cosas, y no esperaba más que salir corriendo, mi rabia, por llamarla de alguna manera, no cesaba pero, la incertidumbre de pasar un fin de semana por lo menos tranquilo, me bastaba con eso, no quería pensar más.

El día, 13 de agosto, entre unas y otras cosas, todo era como muy raro, su teléfono sonaba, se alejaba, pero en uno de esos momentos alejados, lo inevitable quiso que me enterase de "la mentira", o podría llamarlo sorpresa pesada, o putada, no sé, a dia de hoy, sigo sin entenderlo.

Fue pasando el día, y mi mosqueo iba en aumento, hasta que sonó mi teléfono, y vaya por donde, los de siempre, no saben hacer otra cosa, que preparar todo a mis espaldas, aunque, ellos está vez, no tienen toda la culpa, aunque si tienen parte de ella, el tener que enterarme por una llamada de teléfono, cuando ya sabía a medias, lo que había pasado, nunca entenderé, que no sepan decirme "oye que vamos", era tan simple...

Historias

Hoy, creo que me levanté con el pie izquierdo, porque el derecho todavía estaba dormido, no le di el tiempo justo para despertar.

Hoy, no estoy de muy buen humor, a veces creo que ser una pobre lectora que quiere leer y seguir unas instrucciones que a veces, por no tener, no tienen pies ni cabeza, por no decir que no tienen sentido.

Realmente, lo que voy a escribir, es otra de mis muchas chorradas, claro, podría decirme, va, hoy voy a ayudar a alguién, cuando siquiera he empezado a ayudarme a mi misma, pero, generalmente, es una mezcla de experiencia de vida que lo que hago es coger un ritmo a la hora de escribir; podría guiarme con consejos de los grandes escritores, los de todos los tiempo, pero, a la hora de la verdad, delante de una hoja en blanco, Shakespeare, Stoker... me dan igual, y además, es que están muertos...

De paseo (alivio y resultado)


Hace unos días, de golpe, algo dió un giro inesperado, que posiblemente, no debería de haber sido así, pero lo fue, todo fue demasiado deprisa, siquiera tuve demasiado tiempo para poder darme cuenta de toda la realidad que estaba pasando en ese momento...

Salir corriendo de casa, sin saber muy bien hacía donde, porque no te dicen si aquí o allí, miras las caras, y te dan la determinación que eran de preocupación, aunque no fuese lo que quisieron transmitir, porque me cansé de preguntar, "qué pasa, qué sucede, estoy bien, vamos a casa" y ahí me quedé, en preguntas y más preguntas, que no era capaz de contestar, no sé si es que perdí el norte, o el norte me perdió a mi, sea cual sea, sigo sin saber demasiado...