Es increíble ver como un día, en unos segundos, en un momento, un simple instante, cambian y marca por completo la vida de una persona, no físicamente, porque, realmente los golpe, las marcas, los moratones, todo esto, desaparece, se los lleva el tiempo, aunque, lo que se daña por completo, es la persona internamente, sentimentalmente…
Llevo unos meses, esperando, que no suene el teléfono, aunque en ocasiones, la llamada, siempre es la misma, “entre barrotes”, suena curioso, cuando en teoría, están en un lugar, en el que no es gusto para nadie, sino por un problema, porque sencillamente, te lo han buscado, sin darte la oportunidad, de defenderte.
Dicen, que hay personas, que merecen todo lo malo, pero también las hay, que no lo merecen, que solamente, buscan una oportunidad, y si cabe, que salga su verdad, pero… ¿por qué les cortan las alas?, nunca he entendido que estando dentro de una democracia, este prohibido, hablar libremente, y mucho menos, de lo que les afecta, a los grandes, a esos personajillos, que dicen hacer la ley, cuando, la ley, es igual para todos, para unos por haberse metido en problemas, y para otros porque te los han interpuesto, pero… ¿quién no merece una defensa justa?, pues no, lo justo está, donde empieza lo injusto, parece ridículo, porque todos piensan, que cuando tienes un problema difícil, y te lleva por efectos montañosos, es sencillamente, porque te lo has buscado, pero… ¿Cuándo resulta que es porque te lo han impuesto?, ¿por qué las mentiras son el arma con el que jugar para hacerte daño?, ya es cuando, empieza el azote de la ley, creer las mentiras, que dicen que están, pero claro, no te dan la oportunidad, de decir, no señores, esto es así, tengo todo esto, que lo demuestra, pero, te niegan defenderte, porque eres parte de una escoria, a la que el mundo, tiene olvidados.
Aunque lo triste, empieza cuando la sociedad, pasa de todo, hasta que le toca, cuando te toca dentro de tu circulo, ya todo es diferente, es curioso, ver como hay tanta indiferencia, y tanta referencia, cuando lo tienes dentro…