Me he perdido en los pasadizos de los perdidos, y no hago más que preguntarme “¿por qué no me siento satisfecha?”.
Llevo unos días de vuelta a mi casa, y no hago otra cosa que salir de aquí para allá, para no caer en la pesadumbre de mi pensamiento, mantenerme ocupada, me limita a pensar menos, a sentirme más yo, solamente me recuerda que permanece en mí en unas horas especificas, recordándome que haga lo que haga, la guerra no terminó, quizá, de una de esas batallas que se prologan de por vida, que no cesa, no cura ni perdura.