Contando el tiempo

Me he perdido en los pasadizos de los perdidos, y no hago más que preguntarme “¿por qué no me siento satisfecha?”.

Llevo unos días de vuelta a mi casa, y no hago otra cosa que salir de aquí para allá, para no caer en la pesadumbre de mi pensamiento, mantenerme ocupada, me limita a pensar menos, a sentirme más yo, solamente me recuerda que permanece en mí en unas horas especificas, recordándome que haga lo que haga, la guerra no terminó, quizá, de una de esas batallas que se prologan de por vida, que no cesa, no cura ni perdura.

Cuando se trata de sueños

Hace bastante tiempo, vivi una vida que nada tiene que ver con la que estoy viviendo ahora, quizá, me he tompado en está fase con los miedos, muchos miedos, con inseguridades, con la confianza y desconfianza, y sobre todo, con los valores de lo que hoy en día apenas quedan resto de ellos.

El estar pasando por la situación que mantengo desde hace unos meses, me ha reportado una gran cantidad de vida que antes, dudaba que existiera, solamente, podría existir en las dramas de las películas, series de televisión, reportajes, historias de televisión como único protagonista "el de un ángel vestido de guardían muestra su vida marcada de un futuro que de continuar por donde va, dejará rebosar su continuo percance, dónde dará paso a unos sobrepoderes infrahumanos, con los que se debatira hasta el momento en el que su final, se haga presente, a sus pies, dándose cuenta, del sueño en el que su vida anterior, se cruzará con la de ahora, y comprobará lo equivocado que estaba".

Caída libre

A veces, todo es tan injusto, todo es tan sumamente injusto que es terriblemente dificil, encontrar una palabra de consuelo, de alivio, de calma, de aliento... Buscar entre las sobras algo que pueda darme calor se hace una tarea eternamente dolorosa; encontrar respuesta a muchas de las preguntas que me hacen, es una de las labores más complicadas con las que me he topado e incluso, me atrevo a decir que es tarea imposible encontrar una palabra acertada, algo acertado, lógico, porque de una cosa de la que estoy segura, es que en está locura, lo lógico no se deja ver.

La mal sensación del dolor no es casual, por lo que a veces, nacer y morir el mismo día en distintos momentos, hace que los años, pasen y el dolor olvide celebraciones, olvide contradicciones y recuerdos, recuerdos que jamás morirán, o al menos, se intenta.

Aquel momento cálido

Anoche, llegue a Madrid, con el pensamiento abrumado, y con el ello, mi manera de ver ciertas cosas, creo estar repitiéndome constantemente, sin apenas descifrar de que hablo exactamente (en este caso escribo), pero es que, no puedo evitar mi asombro al evocar mis actos realizados a golpe de corazón, y el efecto contrario al ver la diferencia entre los efectos perseguidos, a los realmente logrados, hay un avismo tan grande, tan lejano, tan de todo, que lo llamaría de todas las maneras posibles, menos la que realmente, me gustaría.

¿Misión cumplida?

Son, quizá, los últimos días en los que ya casí empezó a terminar lo peor, mientras tanto, me engaño o me mentalizo, de que, esto, me va a acompañar el resto de mi vida, sea está larga o corta, aún así, sigo empeñada en olvidar.

En diferentes momentos, he afirmado que si me han podido y he pasado todos estos meses con diferentes altercados, y volviendo de nuevo a pensar que puede haber un mañana, ha sido gracias, sin duda a que mi cuerpo, ha olvidado siempre el último, sin ese olvido necesario, seguramente, no hubieran habido otras segundas oportunidades, de las que siempre he pensando, y pienso, que nunca fueron buenas.