Hoy el día ha sido totalmente diferente y aunque el aliento parecía calmarme se desvaneció con el paso del tiempo.
Las palabras dejaron de fluir que entre la razón y el sentido todo parece ser que encuentra algún sentido, sin embargo, cuando he llegado a mi casa y la razón se trasladó al sentimiento, el corazón comenzó a apresurarse y es cuando el dolor invade la nostalgia.
Mi voz tiembla al sentir cómo el vacío emerge cuando el grito de mi rabia ensordecedor se emite desde lo más profundo de mí, una voz sin eco sacude mi interior.
Entre el día a día, el tiempo pasa sin el afán de sentir el paso del silencio, de las preguntas, del vacío e incluso de la soledad. No hay vuelta atrás, el camino continua, a veces entre la niebla y la lluvia acrecentarán el frio y las nostalgia...
Duele la ausencia, la resignación, la falta de valor, el exceso de amor, la falta de perspectiva incluso huyen las palabras de la triste y del vacío interior.
Pensé que nunca me rompería, más cuando todo ha cambiado sin demasiado miramientos, sin embargo, mi mirada tras ese cristal recordaba multitud de momentos que he vivido contigo, desde la aventura que siempre fue tranquila, se sacudió el mundo cuando se elevó instantes a las decisiones, cambiaron los espacios vitales y el equilibrio de la tranquilidad.
No creo en el mundo mágico, ni en la magia perfecta pero si creo en la gente auténtica que disfrutan de la vida sin medidas sin la ausencia de la luz y la verdad.
Con la voz madura de la vida, salir del camino es la respuesta, del sentido hacia la razón del corazón que en ocasiones puede tener firmeza.
Ahora Laurita, punka, espero verte en ese infierno del que tantas veces hablamos en los últimos meses, aquellas palabras que sin decirlas me transmitían calma, menos miedo, pensé que sería yo antes que tú, ya sabes que no me gustan las despedidas por lo que mañana, desde lo lejos, sin acercarme demasiado, con mi calma y mi silencio, te diré hasta pronto.
Una amiga que te quiso, te quiere y siempre te querrá.
Las palabras dejaron de fluir que entre la razón y el sentido todo parece ser que encuentra algún sentido, sin embargo, cuando he llegado a mi casa y la razón se trasladó al sentimiento, el corazón comenzó a apresurarse y es cuando el dolor invade la nostalgia.
Mi voz tiembla al sentir cómo el vacío emerge cuando el grito de mi rabia ensordecedor se emite desde lo más profundo de mí, una voz sin eco sacude mi interior.
Entre el día a día, el tiempo pasa sin el afán de sentir el paso del silencio, de las preguntas, del vacío e incluso de la soledad. No hay vuelta atrás, el camino continua, a veces entre la niebla y la lluvia acrecentarán el frio y las nostalgia...
Duele la ausencia, la resignación, la falta de valor, el exceso de amor, la falta de perspectiva incluso huyen las palabras de la triste y del vacío interior.
Pensé que nunca me rompería, más cuando todo ha cambiado sin demasiado miramientos, sin embargo, mi mirada tras ese cristal recordaba multitud de momentos que he vivido contigo, desde la aventura que siempre fue tranquila, se sacudió el mundo cuando se elevó instantes a las decisiones, cambiaron los espacios vitales y el equilibrio de la tranquilidad.
No creo en el mundo mágico, ni en la magia perfecta pero si creo en la gente auténtica que disfrutan de la vida sin medidas sin la ausencia de la luz y la verdad.
Con la voz madura de la vida, salir del camino es la respuesta, del sentido hacia la razón del corazón que en ocasiones puede tener firmeza.
Ahora Laurita, punka, espero verte en ese infierno del que tantas veces hablamos en los últimos meses, aquellas palabras que sin decirlas me transmitían calma, menos miedo, pensé que sería yo antes que tú, ya sabes que no me gustan las despedidas por lo que mañana, desde lo lejos, sin acercarme demasiado, con mi calma y mi silencio, te diré hasta pronto.
Una amiga que te quiso, te quiere y siempre te querrá.
...Y ya para acabar...
...Salvavidas...
...Just hold me till death do us part...
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