¿Qué es si no un momento feliz?, es algo que me pregunto muchísimas veces, especialmente, cuando todo cuanto acaba rodeandome parece no tener demasiados motivos para sentirse feliz, o por lo menos, creyendo que sino se es feliz, se pueden tener pequeños y breves momentos felices, al menos, es algo que he pensado siempre, que la felicidad es un cumulo de circunstancias que rodean un pequeño y breve instante, y de él, se saca ese momento, que parece ser interminable, y que sin embargo, el momento, por breve que parezca parece no tener final.
Este fin de semana, creo haber vivido uno de los momentos más felices de mi vida, sin embargo, por muy feliz que pareciese e incluso por muy perfecto que fuese, siempre hay algo que acaba faltando, más cuando, se enlaza el peor momento de mi vida, que aún sabiedo que es simplemente cuestión de tiempo, es algo parecido a las sentencias, una serie de situsciones que han dado paso a ese peor momento, y que, por mucho que me esfuerce en aparentar que todo tiene solución, no hago más que darme un canto en las narices, creer sabiendo el efecto no es la mejor de las soluciones.
Siempre me han dicho, que tengo una palabra para todo, que por mal que vayan las cosas, siempre sé que palabra poner, para al menos, hacer lo que sucede más llevadero, sin embargo, no me siento capaz de sobre-llevar mi problema, de la mejor manera posible, simplemente, espero el momento, mi momento.
Este sabado, ha sido, uno de esos buenos momentos de los que en diferentes ocasiones he hablado, pero faltaba esa chispa, ese llamado "yo" que hace que pueda parecer todo tan perfecto, que solo hay que levantar la vista mucho más allá para darse cuenta, que siquiera las personas más felices, podrían pasar por alto y darse cuenta, que la magía brillaba por su ausencia.
Diferentes personas que me rodeaban, radiantes de felicidad, y yo, todo lo contrario, aún así, no me arrepiento, ya que es algo que llevaba planeando junto conmi salvavidas desde hace bastante tiempo, un aplazamiento, un no sucederá, hasta que llegó, se pensó, y no se aplazó sino que se continuó adelante, y llegó, llegó el día del que se suponía que debía de ser el más feliz de mi vida, sin mencionar con exactitud, cual sería el momento, ya que prefiero preservarlo para mí misma.
Hoy, ya de regreso a mi rutina, me veo envuelta con mi pensamiento, delante de mi ordenador, en mi rinco de paz, recordando esos momentos especiales de mi vida, y aunque no son pocos, debo decir que me hacen esbozar una sonrisa cuando pienso en esos especiales momentos. Aquel primer día de colegio, que aunque no lo recuerdo, seguramente debio de ser bueno, los viajes y las vacaciones con mi familia, mi primer viaje de adolescente, mi independencia por muy dura que fuese la recuerdo como otro de los mejores y peores momentos de mi vida, especialmente por todos y cada uno de los errores que cometí que por ellos, hoy soy quien soy, aquellas conversaciones interminables e inolvidables con mis mejores amigas, las enseñanzas de mi madre la gran mayoría de ellas, no comprendidas, las decisiones más importantes de mi vida... como casarme, el trabajo, el cambio de ciudad en la que vivir en más de una ocasión, lograr algún reto personal e incluso, todas y cada una de las veces que he fracaso, y que no han sido precisamente pocas veces.
No puedo hablar de días, siquiera de años, y mucho menos de etapas, simplemente, absolutamente todo se reduce a momentos, porque la vida, es simplemente eso, un momento, repleta de ellos, pero simplemente se resume en momentos.
Tengo que admitir, que mi vida, ha sido un puro y duro momento, especialmente en los últimos meses, y aún así, creo que la vida es sin más los mejores momentos de nuestra vida, no son los momentos que más duran, sino los que acaban siendo los más intensos, e incluso los que más duelen, que vienen a raíz de el mayor de los esfuerzos, llegando al limite de la desesperación simplemente por conseguir lo que realmente deseamos, cuando más nos cuesta en conseguir, más rozamos esa felicidad plena de ese pequeño momento, pero un momento único, inolvidable.
Estoy segura que, el momento que más puede marcar a cualquier personas, es sin duda alguna, el cambio de vida, ese momento que rozamos con la punta de los dedos, sin tener muy claro a que se debe esa exaltación de felicidad, pero que dura un breve y leve momento, que parece sin más, ser eterno.
Es más o menos lo que creo o debo creer, lo que han sido estos días... y aunque he regresado a mi rutina, espero compatir con algunas de las personas que no pudieron acompañarme, en este momento feliz, ya que diferentes circunstancias, no lo permitieron, entre ellas, mi dejadez...
Salvavidas.... Gracias, simplemente gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario