Puede

Parece común, de palabra barata, asimétrica como una mirada que engancha, porque emborracharse de vida, es tener el punto de partida de que la existencia no es más que un chupito de cruda realidad reflejada en una mezcla semi-uniforme, obligada a describir la única razón del ¿por qué no vale la pena?.

Normalmente, todo empieza como acaba, pues el destino no es nada más que el reflejo de nuestra propia voluntad, el principio y el final de un día menos, porque simplemente con chascar dos dedos, podría parecer ser suficiente, chascar un pensamiento que evite describir cualquier lamento, camuflando entre los silencios más puros, la sensación de que mi propia historia es mi falacia consentida, valer por lo que se ofrece, es el desinterés de lo que dejó de existir, donde la vida no es nada más que toda una sucesión de desgracias con un puñado de grietas de vivencias descontroladas.

Podrías venir, con valor y decirme, con simplemente levantar el dedo, que he perdido el derecho de situarme en mi pensamiento, porque siempre me dueles demasiado, cómo para continuar siendo solamente tu recitalizante espectadora, porque tu rostro cambia por momentos, cuando deja de importar lo que se ve en mis ojos, se cierran con mi boca, pareciendo ser lo único elegante entre tanto delirio repentino.

Podría ser inexplicable, saber que las próximas horas de vida, van a ser el más puro infierno, porque quien tiene solamente diez minutos auténticos, tiene el resto de su vida, con leves y breves segundos alimentados, toda una aventura que me llevaría a ciegas al precipito de una escalera, y allí, de frente, decidir por una vez, lo que tiene por un momento, el poder de decidir.. decidir si se puede...

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