Cuando llegue el final

Todos tenemos en algún momento de nuestra vida en el que nos replanteamos todo, el pasado, el presente y todo nuestro futuro; algunos, tienen ese momento diariamente, otros, sin embargo, solamente una vez en la vida, llegando a ese extremo de "final" con el planteamiendo más ha menudo.

Yo, me encuentro en con mi vida, frente a mí, con todos los que me acompañan en la andadura de mí día a día, llenando de recuerdos, pasados por todos estos años, viendo el resultado actual, y la verdad que con todo lo que me ha ocurrido no me puedo quejar, sino, caería en la soberbia.

Hago lo que quiero, cuando y como quiero, acompañada por gente que merece la pena haberla conocido, aunque sin embargo, ha habido quienes, no han sido lo que parecian, y cuando más se las necesita, es cuando te dan el estacazo, y te das cuenta, que no todo era tan bonito cómo parecía; en estos últimos cuatro añños, mi vida, ha cambiado a no poder más, no soy ni la mitad de lo que había sido, aunque, sinceramente, desde mis 14 años, tenía claro, cual era mi lugar, quería comerme el mundo, al cumplir los 18 años, mi vida, volvió a dar un giro radical, dejando de ser lo que habían querido que fuese, para ser QUIEN QUERÍA SER, me embauque en el mundo que yo quería vivir, que realmente, tuve multitud de errores, me equivoqué cantidad de veces, pero ha merecido la pena, más que nada, por lo que he querido ser, y quien a día de hoy, soy, me olvidé del engaño con el que me habían enseñado que creer que la vida era solamente acumular riqueza y posesiones, olvidandose, de lo más importante, vivir momentos felices, sentirme bien conmigo misma. Todo esto, lo aprendí en la calle, y fue también en la calle, donde he encontrado a mi propia familia, tengo la mía, la que nos toca por biologica, pero sin sentir realmente, lo que es tener una familia, siempre me sentí de más, que sobraba en sus vidas, hoy, la mía con la de toda mi familia, poco tiene que ver, no tienen nada que ver conmigo, quizá, porque salí a tiempo, o quizá porque no tenemos nada que ver, que cada cual tiene su vida como mejor le parece, pero siempre, siempre con apariencia, era tan importante, y es, es importante.

Yo, quier que el final este lejos todavia, quiero llevar al final y poder reflexionar sin distorsiones, sin que mi memoria me sea infiel; quiero irme con una vida llena de buenos momentos, con la maleta llena de recuerdos de todos los lugares que haya podido conocer, con las sonrisas de las amistades de verdad, con los abrazos de quienes me quieren y de quienes quiero. 
Quiero poder irme con la conciena limpia, con la paz por dentro y el tiempo en la piel. 
Quiero que llegue el día en el que tener ese pacto con la soledad y que pueda sentir el tiempo lo he aprovechado.
Quiero una colección de buenos momentos, decidir de quien se quedará con mis posesiones, quien cuidará de todo por lo que lucho.
Quiero llevarme una vida bien vivida, porque la vida, es eso, un regalo de tiempo pequeño.
Quizá, vendrán tiempso mejores, pero este, el presente, es nuevo y debemos aprovecharlo.

Yo, lo que quiero, es irme con el deber cumplido, y el deber, para mí, es vivir momentos felices.

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