Hablando de cambios

Los cambios, siempre tienen el principio de un final, y el principio de lo nuevo o de lo que está por venir... digo principio de un final, porque cuando se trata de cambios, nunca sabemos con exactitud donde está el principio, o donde está el final, por lo cual, es el principio, de un final...

No es fácil cuando queremos hacer un cambio en nuestra vida, todo empieza con la reflexión, siempre tenemos que tener nuestros momentos, en los que poner en una balanza todo lo que tenemos, lo que no tenemos, lo que queremos y lo que no podemos tener, sean los motivos que sean, siempre hay algo que no nos deja con la mayor de las tranquilidades.

Estamos en diciembre, el mes final, quedan pocos días para dar comienzo a otro año, y con ello, nos sumamos en los sueños, en los deseos olvidandonos un poco de la realidad, la cual, si tuvieramos más encuentra, posiblemente, podría ser todo un poco diferente.

El tema, siempre es relativo, porque cuando se trata de cambios, es como si estuvieramos dando vueltas en una noria, sin saber cual será nuestra próxima parada, pero claro está, las paradas, siempre tienen un final, porque el transcurso de la noria, dura pocos minutos cuando se trata de atracciones de feria, pero la noria de la vida, su trayecto, siempre es largo, hasta que dejamos de estar, por supuesto, mientras tanto, nuestro camino, tiene pruebas, las pruebas de la vida, con la que nos hacemos fuertes o por el contrario, nos caemos, como si estuvieramos corriendo sobre un papel que se está quemando, y por no sufrir quemaduras, preferimos bajarnos de ese papel, porque las curaciones, son lentas... con ello, nos olvidamos de vivir, de los cambios, de nuestra vida... ¿es posible vivir así?, yo, creo que si, porque en un momento de nuestra vida, tenemos la sensación de estar quemandonos y tenemos que parar, para volver de nuevo a empezar...

Todo tiene un principio y un final, pero nunca sabremos cual es el que empieza primeros...

En fin, hablemos de cambios....