Desde el pensamiento

Desde hace unos días, tengo la remota obsesión, de mirar los mapas y volcanes que tiene mi sobrino en su habitación, puedo quedarme fijamente y tirarme horas muertas, perdiendo el tiempo, el tema, es que me da igual que sean políticos o físicos, el tema, es que han de ser los mapas... pues, parece que estimulan mi mente recreando como puede ser irme a cualquier lugar, solamente, para ver que ese nombrecillo que pone en el mapa, es del todo real...

Sin embargo, tiene dos volcanes articulados, de esos que mandan en alguna ocasión como tarea y trabajo para mejorar la nota, y bueno, a mi sobrino, le encantan por lo que hace cuando le apetece manualidades, en su momento, cuando era pequeñín, solía ponerme mucho con él, pero con el paso de los años, la cosa, fue cambiando, como me comentó no hace mucho "ya no hacemos muchas cosas que hacíamos hace unos meses", el caso, es que tiene razón, demasiadas razones para tantas escusas.

Desde hace unos días, parece que este sobre una superficie en la que es imposible exprimir algo, medianamente normal, o por lo menos que puediera darme un poco de paz, que ya no calma., sin embargo, son demasiadas emociones que trastocan mi cordura, hacía mucho que no me pasaba, o que por lo menos, no de esa manera.


La necesidad de estar pensando me hace en ocasiones alucinar desde un punto en el que es capaz de llegar mi pensamiento, es como estar en la parada del metro, mirando fijamente como pasan y no te subes a ningún hasta que haya alguno que te convenza, porque toda la gente va con prisas, y te dices, demasiadas prisas para como va mi pensamiento, y me entretengo mientras espero como las imagenes se repiten constantemente en mi cabeza hasta que haya alguién que de cualquier forma, me haga volver de ese enfasis de despite emocional y me diga, "el juego, ha empezado".

Últimamente, la gente me pregunta muchas veces, con preguntas echas, "cómo estás,¿? seguro que estás bien¿?, tranquila, esto pasará, o eso de estás muy borde, yo no te he echo nada", son las tipicas frases echas, que sin tenerles delante, es como si te dijeran "lo siento, pero es que, no sé que decirte", entonces, pienso yo, es mejor no decir nada...

Es muy posible, que sea verdad, todo lo que dicen, pero... las frases echas, jamás me han gustado, ahora, no iba a ser menos, han cambiado ciertas palabras, por otras, para que de alguna manera, no me de cuenta, el tema, es que no es necesario esconderse en una palabra, para decir las cosas claras, porque no es solamente a mí, a quien le sorprende todo... más que sorprender, es esperar, la eterna espera...

Hoy, alguién me ha dicho, "me hablas como si te estuvieras despidiendo y yo no puedo hacerlo" ya no sondeas la profundidad de mis ojos, busco una sonrisa pero no me miras, tomarme un café o fumarme un cigarro y exhalar esas ruedas de humo y hablar con el silencio"  pero el tema, es que yo, nunca me despido de nadie, al menos, no ahora, es complicado despedirte de alguien cuando siquiera te has despedido de tu propia persona.

No es bueno darle un final, cuando todavía, no ha empezado.