Cuando se trata de sueños

Hace bastante tiempo, vivi una vida que nada tiene que ver con la que estoy viviendo ahora, quizá, me he tompado en está fase con los miedos, muchos miedos, con inseguridades, con la confianza y desconfianza, y sobre todo, con los valores de lo que hoy en día apenas quedan resto de ellos.

El estar pasando por la situación que mantengo desde hace unos meses, me ha reportado una gran cantidad de vida que antes, dudaba que existiera, solamente, podría existir en las dramas de las películas, series de televisión, reportajes, historias de televisión como único protagonista "el de un ángel vestido de guardían muestra su vida marcada de un futuro que de continuar por donde va, dejará rebosar su continuo percance, dónde dará paso a unos sobrepoderes infrahumanos, con los que se debatira hasta el momento en el que su final, se haga presente, a sus pies, dándose cuenta, del sueño en el que su vida anterior, se cruzará con la de ahora, y comprobará lo equivocado que estaba".


Para empezar, me ha cambiado el concepto por completo de la palabra miedo, cuando ves que la vida, prende de un hilo, comprendes, lo que es realmente el miedo, y no es más, que privarte de gozar de todo lo bello y satisfactorio que te rodea, de todas y cada una de las experiencias que vivimos día a día, segundo a segundo de las que la mayoria de la veces, cuando está bien, no prestamos atención.

El miedo, que podía sentir antes, era más bien tangible, podía palparlo, era un miedo material, pero he aprendido a marchas forzadas, que aquello, no es miedo, el miedo, no se puede medir, no se puede contar, tampoco se puede tocar, el miedo es de todo aquello, que te priva para poder alcanzar la felicidad, la estabilidad emocional, la confianza en tí, el miedo, es lo que hace que tus sueños, carezcan de credibilidad.

Sin embargo, he podido sentir con, que hay muchas otras cosas, cómo la salud, que es una forma de ganarse la vida otras personas, cómo esos que te venden el jarabe milagroso para quitarnos la tos, los que nos mirán con una lupa electrónica el interior del oido, cómo ese que te toca la campanilla con el palo de un helado, pensaba que la salud, siempre es algo innato a nuestro organismo, del que jamás marcharía, pero sin embargo, la salud, no es más que el pilar de nuestra vida, y es precisamente, el tesoro más preciado, eso que debes esconder para que no te lo quite nadie,eso, ES EL MIEDO.

Hace tiempo, me consideraba avariciosa, porque ansiaba con tener todo lo posible, la felicidad siempre la medimos con monedas, todo el mundo piensa, que la calidad de vida, se mide a la cantidad de dinero que se posee, cuantas horas de sueño llegamos a perder, por ganar siempre más y más dinero, pero todo el mundo olvidamos, que el dinero, es efimero, va y viene, viene y va, pero la felicidad, NO. Una vez te topas con ella, es imposible dejarla escapar, no se compra, no se vende tampoco se presta, hoy en día, sigo siendo avariciosa, pero avariciosa de MOMENTOS FELICES, esos que a veces, vienen en rafagas de momentos, por pequeños que sean.

Quizá, hoy suenan estás palabras a místico, fantástico e irreal, pero viene sin ir más lejos, por una conversación que mantuve con una persona importante en mi vida, puede que se sienta aludido/a o tal vez, vea que no va con sus palabras, que ya no con las mias... porque las mías, siempre serán mias, las de los demás, son ricos de lo que tienen y dejan incluso de tener.

Hace apenas unas horas, entré en esa sala fría, muy fría, temblaba, tiritaba, por frío en sí, aunque hace buen tiempo, un calor apetitoso, pero cómo un personaje de mis tramas más sarcasticas se preparó, dispuesto a ponerse su bata blanca, equilibrando su pulso, dejando pasar esas gotas regando que se distribuiría por todo el camino a seguir, se acomodaron, para poder trabajar a gusto. Un frío intenso sobre "boñito" ya estaba todo, ya no hay escapatoria, es tanto el terror, que el personaje de bata blanca, intentaría calmarle, pero no es tan fácil, "boñito" está apalancado, y de refilón se escucha al personaje de bata blanca "esto, no es dolor, tampoco es miedo, olvidar, eso, si es dolor" los asistentes en esa sala, se quedaron sin palabras, no descubrieron cada momento, cada sensación, finalmente, "boñito" se dejó ver, haciendose un remiendo en la piel, en esa profundidad que pocos podrían conocer que ya no saber, días después, semanas realmente, el personaje, se fue a casa, poco tiempo antes, pudo ver a "boñito" verde, el rostro del personaje, era verde, se llenó de nervios, de tensión, de miedo e incluso de dolor, momentos después, el personaje, se fue a casa, dónde mejor podía estar, en su sofá, en su cama, en su hogar, más aliviado, dolorido, pero sin duda alguna, aliviado.

Días después, el personaje, vuelve de regreso, se encuentra con otro de esos personajes con bata, asustandose, al escuchar, entras tú primero, se quedó atónito, miro a su acompañante, y se descifraba esa otra realidad, los nervios se apoderaban del momento, bastaba con escuchar las palabras mágicas, creia poder escuchar un abrazo que te elva a lo más alto, pero no, conforme sonaban las palabras, se erizaban los pensamientos, se escuchaba de fondo "el pico monoclonal no ha desaparecido", el personaje, no podía explica lo que sentía, y que un vez más, esa segunda oportunidad no tenía recompensa, que la lucha, no a servido para nada, que no ha ganado.

Desde entonces, el personaje, no hace más que pensar en su familia, en sus amistades en esa gente que lo ha vivido de cerca e incluso de lejos, se escondieron con diferencia, con la contrapartida anterior, y en está ocasión, el personaje, se ha llenado de tensión, de emoción, de miedo, de todo cuando se trata de sueños.

...Never stop dreaming, not being you, for others...
...Nunca dejes de soñar, ni ser tú, por los demás...

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