¿Existe el silencio?

Hasta hace apenas unos días, siempre existió la posibilidad del éxito, del que las personas cómo yo, esas que me rodean cada semana en los diferentes pasillos del miedo, tienen lo mismo que yo, o quizá, no... sin embargo, en la sala, del tercer sótano, me he colocado con una sola evidencia, SOMOS MUCHOS, CON DIFERENTES EDADES, CONDICIONES Y CIRCUNSTANCIAS MUY DISTINTAS, pero llego a la conclusión de que SOMOS MUCHOS, DEMASIADOS.

Algunos, saldrán adelante, y otros, se quedaran con las ganas de hacerlo, sin embargo, el puñetero seroma que no hace otra cosa que amenazarme con retrasarlo todo, me da otro bofetón de realidad, introduciéndome más si cabe en la situación, sintiéndome rodeada por un pequeño ejercito de personas que comprarten conmigo el mismo fin... vencer... el problema, no es otro que la realidad, está siendo bien distinta.

Desde hace meses no puedo evitarlo, se me escapán las emociones, cada vez que entro en esas salas, hay gente nueva, como si fuesen los últimos reclutatos para incorporarse a las filas, con terror al comprovocar que esto no retrocede, continúa avanzando y no respeta de edades, son un número más.

Hace un tiempo, tuve un compañero de pasillo, que se fue sin apenas decir adiós, se llamama Ricardo, de él, he hablado concretamente en dos entradas en mi blog y alguna que otra suelta, por encima (A veces, cuesta - Adiós Ricardo, hasta pronto) y sinceramente, fue una de esas personas, que solo con mirarme, podía saber que pensaba o que sentía en ese momento, era una persona, encantadora, con uno de sus abrazos te fortalecias por completo durante días, hasta retomar la huida del pasillo y subir y fumarnos el cigarillo, ese que tantas veces nos decían lo malo que era, "para que veas Ricardo, ya dejé de fumar, pensé que no lo conseguiria nunca, solamente, que ya es tarde, así que en un "x" tiempo, nos vemos, recordarás el hasta pronto, y aquellas palabras tuyas "me voy, esto es un adios, todavía no ha pasado, sabes que es pesado, es como un anuncio, nadie dice lo que es, pero todos lo saben, solo es cuestión de tiempo"; se me quedaron grabadas, creo que solamente lo aparte de mis pensamientos, para que fuese de otro modo, pero me ha ido viniendo en flashes, recuerdos que me han gustado y otros, todo lo contrario, no sé que era mejor o peor, si acordarme o sencillamente haber olvidado todo lo que causa dolor y miedo.
Viajaré entre las nubes por la noche, porque ya sabes que el sol, nunca me ha gustado, por si acaso, llevaré conmigo mis gafas de sol y algo para escribir, por si hubiera algo que anotar que este interesante, mucho heavy y muchísimos recuerdos y buenos momentos, quizá es lo único que quedará".

Ahora mismo, tengo por delante siete por siete semanas, repartidas en 35 ciclos, de los que sinceramente, se me harán eternos, aunque, no sé de que van a servir, quizá, todavía mantengo una pequeña rafaga de eso que llaman esperanza de lo que al fin y al cabo, es por lo que estoy "luchando", ya que estoy siendo incapaz hacerme a la ídea del "esto es lo que hay" algo que digo hasta la saciedad, engañándome a mí misma.

Recuerdo hace unos meses, aquel primer ciclo.... que dureza...

Pedí que fuese de golpe, pero claro... a cambio... me reduje a eso del "¿no quieres caldo?, pues toma dos tazas... tuve que esperar varias semanas, con los cuidados de mi novio y los animos callados de mis amistades y por supuesto, con el cuidado pausado de "Paquita y sus compañeras" sinceramente, era todo un lujo de delicadeza y atenciones, dificiles de agradecer únicamente con palabras.

Aquel primer día, después de todo lo que he olvidado, recordado y leido para volver a recordar, me comentaron todo lo que iba a ser, duración, "el tuyo va a ser duro, efectos secundarios, etc", y añadiendo eso de "tú encárgate de llevarlo lo mejor posible, del resto, nos encargaremos nosotros" y tanto que se han "encargado" les ha tocado la lotería, me pareció el peor de los momentos escuchar todo aquello, pero no dije nada, solamente asentía con la cabeza, no me salían las palabras. Sin embargo, a mi novio, le asaltaban las preguntas, de las que intentaba que fuesen cortas y con respuestas mucho más cortas, porque se me hacía eterno estar encerrada en esa sala, solamente quería salir corriendo, cosa que tampoco hice, ya que mi paso al salir de ella, era firme y pausado, hasta llegar al coche, camuflarme en mis gafas de sol, de las que tantos apuros me saca...

Tras las largas esperas, llegó el primer día, yo estaba de los nervios... ese primer día, me acompañó mi novio, de echo, me suele acompañar siempre excepto a Barcelona, (porque teoricamente, "me desmadro"), también estaba de los nervios, pero controló la situación. Varias compañeras de Paquita, trajeron cinco bolsas, me acomodé y me deleité de uno de esos cócteles que no son de mi agrado, pero al que miraba cómo "mi hermano durante un tiempo"; lo cierto es que me resistía que un cóctel cómo ese, mi rebeldía salía por completo, mientras que acomodada, sonaba en mi mp3 el "nessum dorma de pavarotti", no suelo escuchar música clásica, pero es de las pocas, que me transmiten calma, sin apenas darme cuenta, una de esas lágrimas gruesas rodeaba mi mejilla, era incapaz de verlo de otra forma, duro de asimilar.

En ese momento, escuché a Paquita decirme...
- ¿Qué te pasa? - me preguntó - Nada, que la música que he elegido es muy triste, pero la voy a cambiar inmediatamente - Disimulé mientras Paquita, conocedora de estás situaciones viendo pasar por ese pasillo decenas de personas diariamente, yo, no era más que otra más...

No sólo estaba triste, no sólo me rebelaba una vez más ante la situación, sino que también, era miedo, muchísimo miedo, no ser capaz de superar el trance, porque no lo he sido, temía el simple echo de sufrimiento, el dolor, le temía a todo, miedo a todo, incluso a mi misma.
Horas después, marchaba a mi casa, me subía al coche, cómo si no hubiese nadie más y cogíamos camino a casa, ese primer día, fue simple, no me sentó mal del todo, marchamos a casa, y me dediqué a esperar.

Con el paso de los meses, pasaron esos primeros ciclos, y vinieron las esperas y las complicaciones, poco a poco, fuí perdiendo fuerza, notaba tanta debilidad, me molestaban los olores fuertes. Los ruidos también me parecían molestos. En esos meses, concretamente en los últimos cuatro o cinco meses, estaba floja, muy floja, tenía la sensación de que una bomba me arrasó por dentro. Solo el comer o el beber, resultaba cuanto menos duro, nadie podía hacer nada, parecía que estaba en un pozo en el que sólo he sabido caer cada vez más profundo. Me apagaron la luz, desconectado el interruptor y no encontraba salida.

Llego un momentó, en el que parecía haber una pequeña salida, y mis ganas de todo, aparecían por completo, entonces, me ilusioné y me dije, "de esto se sale, se supera, tenía ganas de vivir, de recobrar color, mis lagrimales empezaron a coger otro color, mi piel empezaba a dejar de ser tan pálida, empecé a recuperar peso, mis ojos fulgurantes llenos de ganas de ver todo cuanto me quedaba por ver, y lo más importante, mi gente, interesados por mi estado y evolución.

Hubieron algunos, que tenía que ser ya, que ya se terminaba todo, pero no, todo tenía otra transparencia, que no tardó demasiado en llegar, y en ello estoy, asimilando, intentando reponerme con mayor dificultad, aún así, espero conseguirlo...  

Y ahora sin olvidarme de alguién importante tengo que decirle que... por que a tí, tengo que decirte, que no me da miedo teneros a mi lado, aunque si ver, que las cosas no tiran cómo deberían, y solamente ver el reflejo del miedo, me aterra.... seguramente, te puedas sentir aludida... es quizá, "lo que pretendo", por el simple echo, en que no soy tan cruel como en ocasiones aparento.... 

...Tratare de desterrar el miedo...
...Anti-vida para defender la vida...