Adiós, Ricardo, hasta pronto

Pensé que iba a tardar más tiempo en decirte adiós, pero hoy, no sé porque, ocurrió, está tarde tienes el último adiós, o el hasta pronto, no lo sé, me ha caído "por sorpresa" pero ya lo sabiamos, era solamente cuestión de tiempo, tal y como me dijiste aquel día que nos encontramos.

No hace mucho, te dedicaba una entrada, en este mismo blog "a veces cuesta", fue un encuentro furtuito, hacia mucho que ni te veía, pero, me alegró verte, aunque fuese con una mala noticia, pero ese abrazo, que necesité, ahí estaba, esa sonrisa, siempre tenias algo para mí, aunque fuese un silencio, esos que tanto me han gustado siempre, creo que es lo más preciado que tenía de tí, los días de total silencio en nuestras escapadas por esos pasillos, sin que nadie pudiera encontrarnos, para salir a fumarnos el cigarro deseado, ese que decían que tan malo era, pero... ¿de qué ha servido?, yo sigo fumando, saliendo a la terraza, que me recuerda a las perdidas con las estrellas o al frío intenso del sentimiento, contigo, aprendí muchas cosas, ya te lo dije " de tí aprendi dos cosas quién eres, y quien soy", aunque no solamente dos cosas, porque guardo en mi baúl de los recuerdos, muchas cosas, momentos que no olvidaré nunca, especialmente, habrá algo que no olvidaré nunca, a tí.

Hoy, me invanden recuerdos, llevo todo el día, que haber salido de casa creo que me vino bien, pero no te puedo quitar un momento de mi cabeza, no he sido capaz de acercarme  "a verte" no quiero quedarme con esa última imagen, me aterran, prefiero hacerlo luego, de golpe, un hasta pronto, aunque sea desde lejos, no me veo capaz de acercarme...

 

No sabes las veces que he pensando en todos aquellos momentos, esperando a que todo pasará, y tu frase "Esto no termina todavía, todavía tenemos mucha guerra quedar", hoy, la tuya terminó, no esperaba la llamada de tu madre, desencajada, no había hablado con ella, desde hacía muchos meses, sino recuerdo mal, el último día de mi visita por la misma sala de color blanco, no habían muchos más colores, y esa sensación de miedo que invade a quienes pasamos por ahí.

Seguramente, ahora estarás surcando esos caminos que tantas veces me decías, que el día en que te fueras, viajarías a traves de los cielos... te espero cada noche antes de irme a dormir, en esa estrella que llevará tu nombre....

Hasta pronto, prometo beberme ese último tequila, desde lo lejos, tal y como teníamos prometido, quien se fuese antes, tenía que cumplirlo, me va a tocar a mí, pero no olvides nunca, que no es un adiós, es un hasta pronto.