Hace apenas media hora que he llegado a mi casa, alrededor de las dos y media, recibí una llamada, de mi amiga Gemma, con voz desencajada, con los ánimos por los suelos, no fue necesario que me djiera demasiado, no supe muy bien que decir, más que, en diez minutos voy a verte...
Él, se llamaba Isidoro, se convirtió en ese otra persona, que cada semana, me encontraría a partir del próximo lunes, en esos pasillos, en el que nadie dice nada, en el que todos quieren olvidar lo mismo, que en tan solo unos dias, ya se ha ido, siquiera le ha dado tiempo a intentar que no sucediera, perderse entre esos inframundos; tuve la oportunidad de hablar ayer unos minutos, estaba "perfecto" cansado, encorvado, con los ojos hundidos y oscurecidos, pero feliz, de sentirse arropado, dejándose llevar por el fluir de quienes le rodean sin siquiera quejarse. Intercambiamos más que breves frases que no siempre tenian respuestas coherentes, pero de las que poder extraer parte de su historia, de esa leve y moribunda historia que hace convertirse en un superviviente, que cada día, espera que no suceda, como si de una luz en plena oscuridad se sucedieran.
Recuerdo, que cuando pude intercalar esas breves frases, estaba apoyado en el respaldo del sofá, con la cabeza apoyada en su mano, así transcurrió apenas una hora de breves frases sin demasiadas palabras, pero hoy, Gemma, me ha llamado, una vez más, me quedé sin palabras, sin saber que decir, sin poder articular siquiera el movimiento.
He ido a ver a Gemma, no sabía muy bien que hacer, pues, mi bloqueo personal y ese miedo que trasluce desde hace un tiempo, me bloquea, y sus palabras, hicieron que acabase con la voz sin poder fluir, "está mañana, hablaba mucho, se ha lenvatado, nos hizo el desayuno, chocolate con churros, sse sentó en el sofá, nos miraba y se le cerraron los ojos, creímos que se había dormido, ha venido la ambulancia, le han puesto una inyección y se lo han llevado", esas palabras, se me han quedado grabadas, no dejan de sonar en todo momento en mi cabeza, mi valoración ha sido cuanto menos ignorante, por no haberle dicho absolutamente nada, más que voy a casa, vuelvo en un par de horas, y así será... quizá tenga la sensación en que, tenía que salir de ese lugar, buscar mi libertad y no apoderarme de mis miedos.
Gemma, expresamente, no sabría muy bien que decirte, continuo con la cabeza que no deja de dar tumbos, que me trastoca el simple pensamiento del no saber que decir, que el solamente bloqueo del recuerdo, me hace naufragar.
Mucho ánimo
muchas veces estar presente es el mejor consuelo que podemos dar.
ResponderEliminarUn beso cielo