Está semana, estoy, por decirlo de alguna manera, que no paro, al menos, en mi cabeza, mientras llega la temida llamada para anunciarme una nueva cita, es un proceso que se ha convertido en rutina y que anuncia que los meses de descanso, o por lo menos, las semanas de espera, están llegando a su fin, por aquí, no dejo de hacer planes.
Es cómo sí, involuntariamente, deseara que en un momento dado, podria desaparecer de reprente, cómo si el tiempo, pendiera de un hilo, y me viera casí obligada a aprovechar al máximo.
El caso, es que por una u otra razón, he llegado a la conclusión de que, donde estoy, no me ofrece la seguridad y el bienestar que necesito, o que por lo menos, quiero, y en medio de todo este huracán que me azota, quiero decidir un nuevo entorno diferente.
Esto, no sé si es que incluye, simplemente, un cambio de ciudad, o incluso, muchas veces, el planteamiento, el cambio de pais, supondría, aun así, todo un caos, lo que pueda organizarse con una mudanza, hace unos meses, estuve de mudanza, y el caos, de un lugar a otro, fue todo un caos... pero, quizá, sea de nuevo, momento de coger las maletas, cuatro bartulos, y plantarme, en "no sé donde".
Si algo es cierto, es que esto, es solamente un proyecto, que quizá, termine su proceso en julio del próximo año, todavía quedan unos cuantos meses, y los planes que suelo hacer, no van a más allá, que de un día para otro, que curioso, cuando siempre he tenido un planteamiento en el que de alguna manera, me gustaba planear algo, y pensar, que sería dentro de unos meses, sin embargo, aunque tengo todavía ese mismo planteamiento, la realidad, es bien distinta, vivo hoy, mañana, ya veremos que haré; aunque no deja de ser una locura que me hace ver el futuro con otros ojos, y con una breve ilusión, que parece, estar perdida.
Yo, no soy de recomendar, y mucho menos, de aconsejar, soy de las que piensa, que equivocarse, es una VIRTUD, y, aunque sepamos que nos vamos a estrellar, que lo que se está haciendo, es una locura, prefiero comerme esa locura, y seguir ccon el planteamiento, y saber que en ese camino, algo aprenderé, pues, si algo soy, es precisamente experta en equivocarme, aunque, también soy una experta en controlar el momento, para que no se me escape de las manos, aunque también es cierto que, desde hace escasos meses, todo se me está escapanndo de las manos, ni yo misma, tengo la certeza cual es el lugar exacto, para el momento exacto, con la consecuencia de que realmente, estoy tomando la decisión acertada, aunque, mis decisiones, últimamente, están confusas, no saben realmente, por donde ir, para por lo menos, que todo sea cómo más pausado, con más calma, con pie firme, pero, tengo la necesidad, la obligación, de realmente, no quedarme parada, es la única manera, de dejar por un momento, por un simple segundo no pensar, mantener la cabeza en otro lugar, en otras cosas; así que bueno, en está ocasión, sique voy a recomendar algo, hacer planes, por muy rocambolescos que sean, al fin y al cabo, soñar, no cuesta nada, y a veces, los sueños, se hacen realidad.
En la mitad, de todos estos dimes y diretes, es seguir con mi "amigo C", estoy empezando a cogerle "cariño", no me queda más remedio, a la espera, siemrpe a la espera, de resultados, ansiedades y toda una serie de invertidumbres asociadas que hacen que mi mente, decida enfrascarse en proyectos de futuro, como mecanismo de defensa, ante la adversidad de mi presente.
Desde hace unas semanas, tengo la sensación de estar aprendiendo, de nuevo, una lección muy importante, y no es otra que convivir con mi "amigo C", pues siempre está por encima de todo lo que hago, y justo por eso, también aparece en mis actividades, como pueden ser libros, canciones, ya no simplemente como un recordatorio personal, sino que de mis vivencias directas, así como también para que de cualquier formar, recodar al mundo de los sanos, la necesidad de aceptar a las personas menos afortunadas que pulular a su alrededor, y que, a menudo, olvidan que son seres reales.
No soy de las de estar a favor, de la compasión, pues, antes hay que empezar por uno/a mismo/a, para poder de alguna manera, poder mirar por encima del hombro, y mirar con pena, transmitir lo mismo, pena, es como sucumbir un momento maravilloso, para convertirlo, en un lo siento, (más lo siento yo).
Hace muy poco, en este mismo blog, comentaba la necesidad de "que me contagien de otro tipo de sensaciones, para disfrutar de esos momentos que pasan por delante y que no sabemos percibir", sigo pensando exactamente lo mismo, teniendo en cuenta, que ayudan a desmitificar un proceso que, aunque tiene sus malos momentos, no tiene por qué recudirse a ellos, porque, aun así, existo, vivo y también, diseño planes de futuro, aunque siera este segura que serán reales, pero por lo menos, no me quedo esperando, aunque solamente, haga eso, esperar, seguir esperando.
Hoy, por ejemplo, he tenido que acudir, a mi llamada temida, ir con miedo, o con esas ansias "qué termine ya, y me deje en paz", sucumben mi más traumática sensación de gilipollez absurda, un pasillo, más hacia delante, dos puertas, derecha, o izquierda, me traía sin cuidado, las dos tenían el mismo color blanco que odio, y esa luz contundente, que me esconden tras mis gafas de sol, para no estar tapandome con una mano la cara, pero dicen, que es de mala educación estar en un lugar cerrado, con gente que te miran y te hablan con gafas de sol, eh, apaga la luz, y me las quitaré, eso mismo pensaría pero no es lo que realmente estaba pensando, sino todo lo contrario, pues, pensaba quiero largarme de aquí, para que de alguna manera, sucumbir mi realidad, pero no puedo vivir de espaldas a lo que ocurre delante de mis narices,
Hoy, me mandaron de nuevo, una hoja repleta de responsabilidades, que además, me van a ocasiones una responsabilidad elevada a mi bolsillo, parece ser, que tener como "amigo a C", me tiene que estar costando caro, no solo tiene que pararse todo de repente, que se sujeta a un espirar de invertidumbre y con ello, acompaña, la perdida de ingresos, pero hasta ahí, compensible, pero... ¿realmente justifica que tener a C, cómo amigo, tenga que tener esa perdida?, parece ser que, C, es millonario, que si quieres seguir soñando, tienes que desmpolvar tu bolsillo, que curioso, entonces, me pregunto, ¿qué sucede cuando no tienes nada, y C, se convierte en tu amigo?, ¿será que al ser parte del siglo XXI, tiene que ser materialista?, porque bajo mi punto de vista, desde hace muchísimos años, acompaña a gente que ni conozco, por el simple de hecho, de "a mi, no me va a tocar", pues lo siento, te tocó la lotería, el gordo, el niño, el tio, el abuelo, el sobrino, y su puñetera madre, dispuesto a aderezar el momento, con preguntas patéticas, grandes dosis de dramatismo y con el fin de recodar las obras y milagros del personaje afectado en cuestión al que parece que le dan días, se compadecen de él, para que de está forma, potenciar y sensibilizar, con la pena y el miedo.
En definitiva, tanto royo, tanto C, tanto de todo, para no olvidarme por un momento, de lo que estoy hablando, que me hace estar dando tumbos por la vida, y que, en muchos casos, por no decir en todos, solamente es sinónimo de sufrimiento y lucha
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