Parece una ironia, cuando no sabemos con exactitud el color que predomina, es cómo un torbellino de emociones y lastres sentimientos.
Hace un tiempo, hubo alguién que me enseño, que era vivir, no era un solo verbo, sino que nunca venia solo, venia acompañado de intensas emociones incontrolables, que desataban mis ideal, y que estás, muchas veces, revoloteabam por toda mi cabeza, llenando de minutos que hacían historia dejando plasmadas unas huellas.
Dentro de dos días, hay un breve y leven aniversario, de esos, que nunca celebro, porque falta lo más importante... así que Ricardo, nunca fue hasta siempre, sino un hasta pronto...
Dentro de dos días, hay un breve y leven aniversario, de esos, que nunca celebro, porque falta lo más importante... así que Ricardo, nunca fue hasta siempre, sino un hasta pronto...
Sin embargo, últimamente, pienso que una hora, es solamente el limite de tiempo en un reloj, que no avanza, que no le dan cuerda, y se queda, ahí parado, sin fundamento, sin sentido, sin momento, y son estos, los que se paran, los momentos que se quedan en un reloj.
Sin embargo, es como una gota de sangre, esa que tanta falta hace, cuanto menos se tiene, y es cuanto, llegan a mi cabeza montones de preguntas, montones de sugerencias, pero que ninguna es la acertada, porque, sin embargo, solo hay una, y esa una, no me satisface, no llena de momentos mis momentos, y es cuando realmente, llego a preguntarme, si realmente, vale la pena... es cómo cuando tienes una insatisfacción, y te dices, joder, tremenda manera de perder el tiempo... y eso, es lo que hace falta, unas gotas, para que no todo, sea peor de lo que ya es...
En definitiva, no hay peor nostalgia, que añorar lo que nunca sucedió.
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