Palabras - Silencio Infinito

Hoy, he decidido renovar el blog, hace un tiempo que no escribo, y quizá, hoy es el día idoneo para darle una nueva entrada, a la que la he llamado silencio infinito.

La palabra, es sin duda SILENCIO INFINITO, sentada en el sofá de mi casa, a veces no es necesario hablar, sino que el silencio para poder sentise comoda.
Silencio para ser escuchados. Silencio para escuchar, silencio para pensar. Silencio para reflexionar. Silencio para esbozar una sonrisa. Silencio para llorar. Silencio para mirar un vacio intenso.
Hoy, en mi casa, se necesita SILENCIO INFINITO.
¿Cuántas veces deseariamos que por un solo momento el mundo se parase, o lo pareciese y el silencio, nos inundase dándonos un abrazo, de esos que te camuflan y te esconden?
Sin embargo, en otros momentos deseamos que todo contiue girando, quedarnos dentro de ese espiral que gira, pero que en ningún momento aparece el silencio, que nos invita a vernos frente al espejo para contarnos todo lo que teníamos pendiente, el llamado puñal de doble filo que nos defiende o nos daña.

A veces, el silencio es la explosión más fuerte de todos los sonidos, como si fuese una proyección del infinito, lo alcanzable y lo inalcanzable, todo lo posible e imposible, lo que existe y lo que no, es como mirar por el agujero de una aguja, para que no se pierda nada, porque todo va unido a su pretérito y a su futuro, sin que nadie pueda encontrar el fin, solamente son pausas, que hacen punto y seguido, y punto y aparte para continuarlo mañana o buscarle otro camino a la misma historia, nuestra propia historia, que tras vueltas y más vueltas, nos encontramos con caminos que se entrecruzan y es allí, donde se hace lejano ese infinito que llamamos futuro.

El infinito, de hoy, es el ayer de hace unos años y será, el de dentro de unos años, con efectos moderados y cambiados, porque todo es cuestión de tiempo y cambios. Así, sucesivamente pero sin terminar la historia, porque nosotros, quizá ya no estaremos, pero la historia, continuará.

Puede verse, la parte dramática o nostálgica del fin, pero yo veo el encanto de saber que llega lo nuevo para darle otro sentido, lo bello de saber que nada nos pertenece y que a la vez, todo es para nuestro uso, por ello, jamás entendere el afán de poseer, siento así la inmortalidad, quizá, implacable dándole la mano a la muerte para así frenarla con todo lo que poseemos, por lo que el infitito, es un regalo que nos promete dejar un final abierto en la historia, porque cuanto más lo ves, más lo disfrutas, más pequeño se siente.

El infinito y el silencio, son almas gemelas, se dan la mano constantemente, son como el beso de quien quieres y de quien amas...

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