Desorientada y espectante, son en muy pocos los minutos que me invade el temor, el miedo... podría adivinar mis pensamientos más escondidos, en un simple instante, confiandos... me dicen que no pasará...
Uno a uno, posan sus dudas sobre mí, y en fracciones de segundo, lamentan lo que va pasando, temiendo el futuro, ese futuro incierto, inminente, a pasos de gigante... cómo si de está manera, quisieran lavar la memoria colectiva jugando a adivinar con más certezas que dudas cuando realmente, se sopsecha más de un desenlace que una experta calma.
Un leve rictus de decepción dibuja mis pensamientos, expresando los mismos deseos de la buena vida, puesto que nada podría cambiar, seguir corriendo para poder hacerlo todo, acabando agotada porque nada va avanzando.
La realidad se pone de manera aplastante, pudiendo superar a la ficción, quedandose mirando, cómo mera espectadora de la razón, para realmente, ser eterna en tiempos dificiles mirando hacía abajo, con un dolor insoportable, rugores involuntarios, incapaz de moverme... un breve segundo, mi conciencia me recuerda la profundidad de un punto negro que me alerta de la sombra de mi yo, sé entonces, que solamente es cuestión tiempo...
...Sobre un papel en blanco,
Se escriben palabras que avergüenzan.
Largas y complejas,
Historias que se ven
Ocultas detrás de palabras conocidas,
Y a la vez, desconocidas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario