Fragmentos de un puzzle

Ayer, salió en escena cómo el día pasaba volando con fragmentos que revoloteaban en mi cabeza, como un dia muerto, de esos en los que los mayores y peores recuerdos, recorren tu cabeza y muere el día por agotamiento mental de todo lo que ocurre durante el paso del día.

Llegó la noche, y ya no aguanté más, necesitaba volver a mi casa; en mi vida, creo haberme sentido tan agobiada, tan llena de necesidades de querer acabar con el momento que me rodeaba y digamos, que aún hoy, continúa rodeándome... con el mismo pensamiento de querer acabar con todo.

Hoy, estrené el día, con el mayor de los pareces, durmiendo, aunque haya sido echando unas cabezadas, después de haber estado toda la noche dando vueltas, con la consecuencia de mantener despierto a quien hoy por hoy, acompaña cada momento de mi vida, porque las excepciones, también existen.

Hoy, renovar el blog, digamos que apenas tiene sentido, unas letras sin demasiada información, de las que realmente, parecen posados en el aire, fragmentos de un puzzle, trozos de ídeas sin demasiado fundamento, pedazos de pensamientos que hacen cada momento de mi vida. Pequeñas porciones que forman mi propio puzzle.

El día de ayer y el de hoy, está lleno de fragmentos decisivos, de esos que pocas veces tienen las más acertadas, pero al fin y al cabo, decisiones.

Ayer, se me pasaron por la cabeza, cantidad de momentos, esos momentos en los que llamamos "buenos momentos", era como mirar fotografías viendo como pasaba el tiempo. Fragmentos que fueron momentos mortalizados en fotografías del pensamiento, algunos momentos sinceros, otros, recuerdos de un instante con personas con las que nos tropezamos en el camino mientras seguimos caminos distintos.

Podría pasarme el día entero intentado rescatar fragmentos del pasado, con un pequeño esfuerzo para etiquetarlo: "bueno, muy bueno, malo, muy malo, buenísimo, dificil, triste, relajante, pensativo, memorable", son como esos fragmentos que llevamos guardados con una llave que por cualquier motivo, tiramos para no volverlos a abrir.

Todas las personas tenemos diferentes tipos de fragmentos que nunca dejariamos perdidos en las tiendas de empeños, o en los recuerdos empeñados, sin embargo, no dejan de ser eso "fragmentos de un puzzle".

Uno más, dentro de mi puzzle del deseado olvido.

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