Un tipo de aspecto impecable se dispone a coger camino hacia la zona del "supermercado blanco", una carretera de carácter peligroso, quien se disponia a pasear por esas zonas, bien era un capo que manejaba el negocio o un heroinómano con posibles, convirtiendose en alguién peligroso con reacciones negativas hacia quienes pudieran rodearle, apretando los dientes y continuar apacigüando.
Cabizbajos pelotones de fusilamiento, partén como esqueletos en busca de su ración diria antes de llegar directos a las puertas de su último viaje, acompañados por el infierno a 500 metros a nivel del mar.
Un par de tipos en su mundo, giran velozmente la cabeza a pocos centimetros de las maniobras duras de de decadencia sin percatarse más allá de la enésima dosis del día.
A pocos metros de la vida comoda, existe la decadencia en 3D, Technicolor, Dolby Surround, campañas para reparar el tercer mundo para los que no comen, ni beben, ese tercer PsicoMundo escondido, porque no es decorativo en una misma ciudad, pertenecen a un futuro con su pasado, la cárcel de las jeringuillas.
¿Quien ha dicho que la vida es justa?
Hay quien no sabe la gran importancia del encuentro entre personajes, cómo esté están en una especie de eterna creación, pasan desapercividos, pareciendose una nueva trama de película, una frase a incluir en ese nuevo libro lleno de personajes secuestrados por la cárcel de las jeringuillas.
Dentro de la crueldad interna, se llega a pensar en hacer algunos comentarios por quienes son atención de rodeo impresionante, donde ir a conocer, o simplemente comentar alguna excentricidad.
Un instante, curioso y acomodado QUÉ PASARÁ.
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