Mierda para unos pocos

Estoy experimentando la más exagerada expresión de la crueldad humana, a las tantas de la madrugada, cómo si estuviera esperando pasar un tren con pasajeros carroñeros sedientos de poder, y estos, mirándome atonitos, con sonrisa de "está vez sí".

En mi interior, se está desarrollando una batalla que no tienen nada que ver con mi lucha diria, o al menos, es lo que creo, y es que luchar contra una cierta clase de "personas" sin saber muy bien los resultados, no tiene mucho sentido, es un sin sentido, de ver cómo se tiran de los pelos unos a otros sin remilgos de ningún tipo.


Son como las duras luchas de barro, sin tener nada que envidiarle al reparto de codazos, malas caras, enfados sin sentido y discusiones si caben mucho absurdas, están preparando toda una serie de papeles, para acabar, cómo empezaron, SIN NADA (satisfacción al verlo, ya que la venganza, siempre se sirve en plato frío), y mucho por quitarse de encima, especialmente, dolores de cabeza, esos soñados para unos, y aterradores para otros...

Entre arañazo y arañazo, estoy tratando de entender y mantener la titularidad de mis acciones, mi carácter y aferrándome con uñas y dientes a un lugar que pretenden que este perdido, tratando de evitar que la página que ya pasa les caiga encima, sin embargo, el terreno no se cede con facilidad, a lo inevitale, sigo obstinada a la espera de verme finalmente desterrada, el problema, es que no se esperan una reacción, cómo la de los químicos, con una serie de resultados, que les caen con una renovación de las personas, que nacen de un proceso, con un final que parece estar más cerca, a unos cuantos chutes y unas cuantas revisiones... y a tomar por culo.

Lo cierto, es que tengo una sensación y comienzo a reaccionar cómo era antes, dar  un tirón e imponer otra trayectoria, impulsándome por los cambios que sufre mi escala de valores y prioridades.

Hacia muchísimo tiempo, que no me encontraba tan serena cómo hoy, centrada, tranquila, y a la vez, tan enfadada, decepcionada, sorprendida... esa es la actitud que quizá tenía olvidada.

Que nadie se equivoque, soy consciente que mi situación me sigue pudiendo dar un golpe mortal, pero aún así, me siento que ya gané, porque valoro cada segundo, cada instante, una sonrisa, una palabra cariñosa, y lo más importante si cabe todavia, mis propios sentimientos, hacia quienes incluso, pretenden desencajarme, la manera en que me expreso, pocos lo entienden, quizá envidiable, quizá sin sentido, pero bajo mi punto de vista, es dar de comer mierda a unos pocos, sin que apenas se den cuenta...

A tí, suponía que me acompañabas, que no me ibas a volver a fallar, una vez más, me he equivocado... quizá es momento, de pensar, que los dos pensemos, no es bueno, acabar mal, nos unen amistades, e incluso, todo lo que hemos vivido, unos días, nos van a venir bien, quizá es bueno, echarnos de menos... no dudes, no es un adios... entiéndeme.... en fin... ¿tocará pensar?

Mientras tanto, mientras sucede, me miro en el espejo, esperando, solo tengo que esperar... sino de una forma, será de otra, pero eso sí... MIERDA PARA UNOS POCOS.

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