Hoy, cuando he salido de la morada de los olvidados, me encontré con mi descabellado pensamiento envuelto a escala de una producción del ser humano, permitiéndome a mi creencia escéntrica, disfrutar de los payasos que rodean a los olvidados. Parecen figuras a las que podarles los modales con frecuencia, y quizá, las piernas, la lengua y el bigote si lo tuvieran.
Nos pasamos la vida rompiendo, a díario, con lo que más queremos, rompemos con nosotros mismos cada día cuando nos levántamos, en cambio, la morada de los olvidados, se abandonan a las confortables sábanas de una cama que sólo tiene en contra su imposibilidad para pagaruna hipoteca, desafortunadamente, es una hipoteca sin precio, únicamente tiene cómo precio, la vida, parece paradójico.
Rompemos con nuestra pareja, cuando nos separamos, a veces, sin apenas mirarnos a la cara, e incluso, por falta de tiempo.
Rompemos con la familia, no tenemos tiempo para llamarles, baranjándonos con el pensamiento de "qué quiere ahora, mira con lo que me sale" y así, hasta aburrirnos.
Rompemos con nuestras amistades, por muchos y pocos motivos, mayormente, por los pocos, por la nefasta decisión de verte de cruces en el suelo, para que dejen de ser los modales de labor diaria que brinda con laenergia y el entusiasmo.
En todos estos meses, he conocido unos cuantos olvidados, algunos que se han ido, otros que parecen empezar a quedarse, otros que se sienten perdidos, cómo yo... aliándome con confidentes inesperados y depositarios de mis temores y frustaciones, debido a que, no todo el mundo que me rodea, debe estar dispuesto sino a escuchar al miedo, y finalmente, intento sacar cuentas, y dedico lo mejor de mi a quien menos lo desea, superando así, un límite no impuesto pero existente cómo un mural frío de cristal. Sin embargo, cuando es posible, llegar a casa, o tienen muchas cosas que hacer, demasiado cansancio para recuperar el tiempo con losnuestros., pero un plato perfecto lleno de zancadillas, intereses creados junto con la hipocresía, son algunos de los condimentos que nos acompañan como efecto principal retraernos y encerranos un poco más en nosotros mismos, haciéndonos cada vez pequeños en lo más importante "el cariño, las emociones, los sentimientos y capacidad de expresión".
Desde que empecé con una lucha sin control, me sugirieron que escribiese, contando mi experiencia, para apoyar a otros, y yo, me aterroricé más si cabe, sin embargo, yo dije que solamente quería olvidar (no sabía que es imposible) y nada más lejos de esto, de escribir en clave para que solo unos pocos, tengan el placer descabellado de leer cada una de mis hipotéticas palabras que pocos entienden, para que la palabra quede eternamente presa.
Aún así, estoy comprobando la complejidad de está experiencia vivida otra vez, el impacto en los que ahora me rodean, y por supuesto, en mí, algo que hay quien olvida, que sin darme cuenta, empecé a crecer sentimentalmente impulsada por tantas emociones que se agolpan en mí, sin darme tiempo a digerirlas.
Ahora mismo, estoy empezando a perder el miedo junto con el miedo, me acompaña cada día, pierdo el sentir el dolor y el sufrir, y con ello, el miedo a "vivir" e incluso, comenzar a hablar y contar las cosas sin miedo, aunque ahora mismo, hay un único privilegiado, mi novio, con quien empecé hace poco a decirle lo que siento, lo que quiero, y lo mal que me siento con todo esto, su mirada de perdido me lo dice todo tantas veces, y es cuando me doy cuenta de lo fácil que es encogerse y lo duro que puede ser crecer de nuevo.
...Podando modales...
...Porque murmurar no basta...
No hay comentarios:
Publicar un comentario