Quizá, es un buen momento para plantearme la tetrica cuestión que ronda mi cabeza; ¿qué debería hacer ahora?. Desde hace unos meses, poco a poco me he islado del mundo, sin apenas haberme dado cuenta, sin apenas hablar claro a nadie, salvo a mi misma, ya que jamás voy encontra de mis propios principios, así cómo de mi misma, he intentado, luchar con normalidad, en contra de todo lo que me he ido encontrado en este camino pedregoso.
A estás alturas, aquí no es necesario explicarlo, más que nada, porque mi claridad aquí, es prácticamente en clave, solamente, es un estimulo quizá necesario para mi via de escape, pero jamás comentando el motivo "real" con la palabra clave, pero en está ocasión, cómo ya en muchas otras, me siento estigmatizada, apartada de todo y de todos, incluso despersonalizada, aún así, creo estar en mi derecho, a seguir plantarle cara a todo esto, más que nada, porque esto parece una condena a muerte, que parece ser no me permite hacer lo que yo quiera, sin embargo, mi eterna normalidad de apariencia, me hace decirme cada día "vive con normalidad", pero claro está, así es prácticamente imposible vivir con normalidad, y opté, casí que por aceptar el aislamiento social, a que me ha sometido todo esto, para pensar en mí, en recuperarme, de está manera, quizá, he tratado los altibajos emocionales a los que podía someterme con la gente que me rodea, o rodeba, han habido, quienes por A o por B han desaparecido, otros, que parecen hacerlo, e incluso, quienes lo harian y no lo hacen por puro compromiso, deberán pensar que no me doy cuenta o a saber, pero lo cierto es que a mi edad, de tonta, no tengo un pelo, y con muchos, cuando van ya he vuelto dos veces, y por todo ello, he pagado el hecho con mi vida social.
El resultado, es duro en muchas ocasiones, cómo el proceso, me ha permitido hacer una vida normal, salvoen estos últimos meses, que parece ser se ha convertido en una NO opción de normalidad, yo no puedo intentar siquiera volver a trabajar, algo que hecho terriblemente de menos, levantarme por las mañanas temprano e impartir un día laboral, es algo que no hago, desde hace muchísimo tiempo, apenas, recuerdo todo lo que ha pasado por mi vida, pero me he guiado por todo lo que he leído estás últimas semanas, me he llenado de letras, para convertirlas en mis "recuerdos" y todo esto, me limitó, a quedarme en mi casa, sin reivindicar mis ganas de luchar, que aunque son muchas, poco a poco, me han ido cortando las alas, aún así, me gusta llenarme de momentos, por pequeños que sean, mientras llega la hora de impartir mi última lección, que espero, que tarde mucho tiempo.
Encuentro cantidad de argumentos, a favor y en contra de todo lo que me dijeron el otro día, quiero quizá, haber tomado la decisión, y aunque, no he contado nada a nadie de mi decisión, porque principalmente, necesito digerir, y no sería objetivo exponerlos, más nada, porque todavía no he tirado la toalla, al menos, no por el momento, y es cuando mi cabeza da más tumbos que una peonza, me aterra la remota ídea de la mirada de mi novio, esa forma, en la que me mira, ese miedo que me transmite, se contagía y ya es cuando mis animos, se ven afectados, por mucho que me diga, "todo va a ir bien"; soy incapaz de entender, que todo tenga un precio aunque sea la primera, que así lo piensa, no sé entender que todo esto, este teniendo un precio tan alto, del que apenas estoy teniendo beneficios, no lo veo ni mucho menos normal.
Otra cosa, son las circunstancias del entorno, los familiares, las amistades, y por supuesto, el estado personal, según sea el momento. Porque, hoy puedo tener unas ganas terribles de salir a la calle, estar con mis amistades, o simplemente pasear, pero mañana, o está misma tarde, no quiera ver a nadie, cómo era el hecho de ayer, no querer ver a nadie, hablar con nadie, estoy tan enfadada con el mundo, que paga todo lo que me rodea, hay quien lo entiende, quien se enfada conmigo, quien te ignora, o quien sencillamente, no dice nada, quizá, porque no tiene nada que decir.
Hace unos meses, con todo lo que he leído, me daba por irme a cualquier parte, aunque fuese a la esquina de mi casa, y a salir a la calle, para decirle al mundo, que aquí estoy yo, y quien no le gustase, ya podía estar aguantandose, que me traía sin cuidado, pero claro está terminé preocupandome tanto de la gente intentando calmar miedos, olvidandome del mio propio, quitandole toda la realidad, y engañarme a mi misma, pero, ahora me encontré con toda mi realidad de golpe, aquí a no sé cuantos kilometros de mi casa, de mi gente, del lugar en el que al menos, encerrarme en mi casa, me tranquilizaba, mirar de reojo a mi sobrino y decirme, "tia calma, todo va a ir bien", porque es el mero hecho de no sentirme inútil.
...En fin, a vivir, ahora toca vivir...
...con mi familia, mis amistades...
...seguramente, haya quien sepa agradecerlo...
...y darles animos, porque por extensión me los devolveran con creces...
...porque ahora, toca vivir...
...para ver envejecer la piel que me arranque...
No hay comentarios:
Publicar un comentario